Vivo y por eso me tumbo en las piedras mirándote hasta el mediodía
Si me acompañas no tengo, por eso ni hambre ni frío, ni miedo ni sueño
P.
Soñar contigo en voz alta sobre la casa perfecta en una cala privada, con un salón con chimenea, estanterías llenas de libros y películas, un cine privado, un jacuzzi, una ducha enorme con hidromasaje, un estudio en el que verte pintar, un porche con un banco-balancín desde el que contemplar al sol desaparecer por el horizonte mientras el olor a café inunda nuestros pulmones y nuestro perro de pelaje tostado dormita a nuestros pies...es, simplemente, maravilloso.
¿Realmente existes?
P.