¿De verdad queréis que hable de ello? Se os caería la baba.

Sin saberlo, vivimos una contrarreloj constante. Nos pasamos la vida corriendo de un lado para otro intentando llegar a tiempo, y es que cada segundo que pasa puede ser crucial. En un segundo pueden pasar muchas cosas: puedes pestañear, sonreir, llorar, respirar, mirar, odiar, amar, recordar, olvidar, pensar, recapacitar, despertar, dormir, vivir, morir...Ayer era mi último día en esta estúpida contrarreloj en la que me he concentrado durante el último mes. La idea era encontrarte casualmente y que te enamorases de mi en un segundo, simplemente con una mirada que lo diría todo. Ese encuentro mágico con el que todo iba a solucionarse en mi vida, no se ha producido. Se acabó el juego, no he conseguido hacer un buen tiempo en mi carrera particular y la meta se aleja cada vez más deprisa, pero yo ya no puedo dejar de pensar en ti...

P.

Y entonces me cabreo, y después me pongo triste por cabrearme, y después me cabreo por estar triste y después para acabar de adornar el pastel, mi autocompasión irrumpe con el ímpetu de un motor a turbina y entro en una especie de centrifugado interminable y patético en que la ropa sucia no deja de dar vueltas y mas vueltas, pero nunca queda limpia.

I wish you were here...

Definitivamente, me siento sola. Me hace falta alguien al que poder llamar a cualquier hora del día y de la noche sin sentirme mal por hacerlo, alguien que me quiera escuchar, que me mire y sepa lo que quiero, lo que necesito, que me ayude a tomar decisiones difíciles, que me de motivos para no irme, que me eche de menos, alguien al que echar de menos...

Ya no es que te necesite a ti, necesito a alguien que se comporte conmigo como quiero que lo hagas tu...

P.